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andrés monares

Fútbol S.A. en Chile S.A., ¿cuál novedad?

Las elecciones de la ANFP han revuelto las aguas de la opinión pública. Que un buen dirigente como Mayne-Nicholls perdiera es “raro”; que se vaya Bielsa inaudito… Pero así fue, así es. Mas, por qué tanta extrañeza. Si la mafia de especuladores ha sido y fue en estos días totalmente transparente y sincera en cuanto a su forma de ver el fútbol. Incluso su cara pública fue explícita y, hay que decirlo, tiene toda la razón: la gente no vota y el fútbol profesional es un negocio privado.

Señores hinchas, sesudos comentaristas de sobremesa, periodistas, políticos y queridos lectores, ¿no les gustaban tanto a muchos las sociedades anónimas deportivas?

Pero además, sólo los desprevenidos podrían realmente extrañarse con esto. Sólo aquellos que todavía, con una ingenuidad increíble (por usar un eufemismo), hablan de “sus” equipos… sin tener acciones de tales clubes. ¡Hace rato que “sus” equipos no lo son! Los especuladores se los quitaron y Uds. no se dieron ni cuenta. Ahora los clubes de fútbol son empresas y si no eres de la junta de accionistas… bueno, que te vaya bien... Eso sí, no olvides ir al estadio, abonarte al canal del fútbol y comprar cuanta chuchería te vendan como merchandising.

¿Quedó claro eso de que la gente no vota y que los negocios de privados son efectivamente negocios de privados?

No sé si es curioso o triste que ahora, recién con las elecciones del fútbol y la ida de Bielsa, muchos y muchas hayan caído en cuenta en el tipo de sociedad en la que vivimos en Chile. Y no lo digo por el Sr. Espontáneo y su indisimulable ambición. La cual esta vez puso en su mira, entre tantas otras cosas, a la ANFP (Ambición que llega a tal punto que hizo lo que ningún hincha haría: cambiarse de equipo. Pues se sabe que es posible cambiar de esposa, trabajo, barrio, partido político, nacionalidad, hasta de sexo… ¡pero nunca de club!).

Era un secreto a voces su afán por sacar a Mayne-Nicholls de la ANFP por cuestiones políticas, por ego y por plata. De ahí que cuando el periodista Felipe Bianchi declaró el jueves 4 en el noticiario central de Chilevisión: “Me constan los llamados de Piñera, Ruiz-Tagle y Lavín para que hubiera una lista contraria a Mayne-Nicholls”… únicamente comunicó de forma “oficial” a la opinión pública, lo que no pocos sabían y muchos más intuían. No obstante, insisto, la “cama” que le hicieron a Mayne-Nicholls desde La Moneda —donde, como también señala Bianchi, está el dueño de Colo-Colo, uno de los clubes que están detrás de Segovia— se podría decir metafóricamente que es sólo la guinda de la torta llamada Chile S.A.

Una vez más repito: no sé si es curioso o triste que ahora con las elecciones del fútbol y la ida de Bielsa, muchos y muchas recién hayan caído en cuenta en el tipo de sociedad en la que vivimos. ¿Es que la colusión de las farmacias, los contratos y tasas abusivas de los bancos, el alto costo de la vida, el que Ud. pague proporcionalmente más impuestos que las grandes compañías, la mala calidad de la educación y la salud de la inmensa mayoría de chilenos y chilenas, y tantos etcéteras más no dan para sacar una conclusión? Conclusión obvia. Más cuando la viven y sufren millones de personas en carne propia y en sus seres queridos. O al menos uno pensaría que por eso es evidente. Sin embargo, no lo ha sido. 

Ese es el país que construyeron y/o dejamos que construyeran la megacoalición que conforman la Concertación y la Alianza. El país donde según la Encuesta Laboral 2009 del Gobierno de Chile, el salario del 72,4% de los trabajadores es menor a $ 477 mil; de hecho, de ese porcentaje un 54,8% percibe menos de $ 318  mil  (¡Y eso que la gente sí vota para elegir cargos públicos y por ende proyectos de país!).

Entonces, dado el contexto y la ideología hoy dominante , ¿puede ser extraño lo que ocurrió ahora con los especuladores del fútbol? Eso es lo que significa que la gente no vota. En otras palabras, que no importan y que están a merced de la élite político-económica en cuanto hinchas, trabajadores, consumidores o ciudadanos. Hace años, no ahora con Piñera, una élite con poder y dinero maneja a su antojo el país. Y no es un desvarío de “resentido social” ¡Si hasta lo denunciaba Felipe Lamarca el 2006 en La Tercera! Y ese pequeño grupo gobierna y/o son mandados por un grupo aún más pequeño, hasta en contra de nuestras opiniones y  de lo que nos conviene. Por ejemplo, ¿no se acuerdan del tremendo apoyo que tenía una ley de divorcio y que igual no salió por años, hasta que se aprobó una ley sumamente “particular”? ¡Y para qué hablar de que este país regala su cobre!…

Esta elección no es más que el reflejo del Chile en que vivimos. No por nada cuando se discutía acerca del reparto de las platas del canal del fútbol, Mayne-Nicholls alegaba: “yo le preguntaría a los dos mayores accionistas de Colo-Colo [aludiendo a Piñera y el actual subsecretario Ruiz-Tagle] si esto es lo que quieren ellos como país, donde el más rico sigue siendo rico y el pobre es pobre de por vida”. Recuérdese que el punto era que los tres “grandes”, Colo-Colo, la U y la UC (que ya en Mendoza o Tacna se transforman en “chicos”), se oponían al reparto igualitario de utilidades entre todos los clubes participantes del campeonato nacional. Curiosamente, a pesar de que ellos están detrás de la candidatura de Segovia, se han mantenido escondidos, sin figuración pública en dicha lista.

Esto es el neoliberalismo, ¿qué esperaban? ¿Se tenía que ir Bielsa para que se enteraran?

Para terminar, insisto en que Segovia tiene razón. En las elecciones de la ANFP la gente no vota y el fútbol profesional es una actividad privada. Por lo tanto, siguiendo sus declaraciones quedan dos opciones complementarias:

 1. No ir al estadio, anular la suscripción al canal del fútbol y no comprar los productos que venden las empresas-equipos S.A.;

 2. Exigir que las platas estatales no vayan al fútbol profesional, exigir que Carabineros no distraiga nuestros recursos vigilando gratis esos espectáculos privados y exigir que los estadios municipales no sean usados por equipos profesionales de fútbol.

Por lo pronto, entre otros, ese último es el caso de los emprendedores privados-cara de palo que votaron por Segovia y juegan cada semana en estadios municipales: Wanderers, La Serena y Cobreloa.

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