Reseña "Reforma e Ilustración" en Le Monde Diplomatique
Hoy se supone evidente que la Reforma Protestante privatizó la religión, que la Ilustración nos liberó de la religión y que la Modernidad es una tradición sin religión. Pero, a pesar de que lo anterior sería un tema acerca de lo cual estaría todo dicho, este libro nos muestra otra perspectiva.
Contrariando esa visión “oficial”, Monares expone las determinantes influencias del cristianismo (en su versión calvinista) en los ilustrados. Y, a través de sus sistemas de pensamiento, la religiosidad determina implícita y explícitamente las disciplinas, instituciones y teorías de la Modernidad; y en el fondo, la vida cotidiana de las sociedades adscritas a ella.Más de alguien podrá decir que esto solo repite a Max Weber. Pero, si bien el autor reconoce al sociólogo alemán como “guía” inicial de su investigación, muestra en el texto que las propias filosofías ilustradas son desarrollos de la teología calvinista y sólo secundariamente implican una ética.
Para ello analiza, describe y cita gran cantidad de textos originales de filósofos como Newton, Locke, Rousseau y Adam Smith, entre otros. Es decir, escritos de quienes se pueden considerar fundadores de la ciencia, filosofía, política, moral y economía contemporáneas. Autores que en sus escritos dejan en evidencia su afán piadoso y, por consiguiente, el de sus sistemas de ideas.
Y esa línea del texto da paso a una actualización del tema que cruza todo el libro. La Modernidad, como construcción de esos “teólogos”, muestra dicha impronta dogmática de diversas formas que hoy aparecen naturalizadas: ciencia como tecnología, política como guardiana de la economía, relevancia del bienestar material y de la racionalidad económica, etc. Mas, esa “normalidad” deja en evidencia sus deudas (teo)lógicas.
Desde esa perspectiva, el libro es cruzado por un tema no pocas veces ignorado en la academia y en Chile en general. Si hoy estamos insertos en una sociedad que siente suya la ciencia, la democracia o el capitalismo de mercado, y ellos son desarrollos religiosos específicos de una cultura y de una época determinada, ¿cuál es nuestra identidad?, ¿cuál queremos que sea? Y si esa cultura se ha usado para imponer intereses determinados por otras naciones o por las élites nativas, surge la duda si una Modernidad aceptada sin crítica es el camino indicado a seguir.
Finalmente, este libro tiene un valor extra: la abundante exposición de material original y que al mostrar el pasado termina aclarando el presente.
Por Gabriela Díaz. LMD, edición chilena, abril 2013, página 38.
Reforma e Ilustración. Los teólogos que construyeron la Modernidad.
2da. edición revisada y aumentada
Andrés Monares
Editorial Ayun, Santiago. 2012
417 páginas
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