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andrés monares

Murió Stéphane Hessel (1917-2013)

Murió Stéphane  Hessel (1917-2013)

Hoy, 27 de febrero falleció Hessel, autor del panfleto "¡Indignaos!", quien fuera miembro de la resistencia francesa a los nazis y parte del grupo redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Un viejo admirable. Valiente para ser un resistente al fascismo (que le valió la cárcel, la tortura y una condena a muerte de la cual zafó). Pero, también valiente para alinearse con causas de profunda humanidad de forma pacífica.

Una de esas causas era el sufrimiento palestino por la ocupación, expansión y colonización israelí. En relación a lo que él llamaba mayor indignación de la última parte de su vida, copio un fragmento de su "¡Indignaos!" referido al tema.

Y tal como él, salvando por supuesto las distancias, te invito a indignarte por Palestina... y por cualquier otra injusticia que te rodee. No esperes que ella te afecte a tí o a tus seres queridos.

 

 

Mi indignación por lo que ocurre en Palestina

Hoy mi mayor indignación tiene que ver con Palestina, la Franja de Gaza y Cisjordania. Este conflicto es indignante. Es absolutamente esencial leer el reporte de Richard Goldstone, de Septiembre del 2009, en Gaza, en que un juez sudafricano y judío que afirmaba aun ser un sionista, acusó al ejército israelí de haber cometido "actos comparables a crímenes de guerra y quizás en determinadas circunstancias, crímenes contra la humanidad" durante su "Operación Plomo Fundido" que duró 3 semanas.

Volví a Gaza en 2009 cuando pude entrar con mi esposa gracias a nuestros pasaportes diplomáticos, para estudiar de primera mano lo que el reporte decía. La gente que nos acompañaba no fue autorizada a entrar en la franja. Allí y en Cisjordania. También visitamos el refugio de palestinos establecido por la UNRWA desde 1948, donde más de 3 millones de palestinos fueron expulsados desde sus tierras en Israel, esperando todavía un cada vez más problemático retorno.

En cuanto a Gaza, esto es como una cárcel sin techo para un millón y medio de palestinos. Una prisión donde la gente se organiza para sobrevivir. A pesar de la destrucción material como la del Hospital de la Media Luna Roja por la Operación Plomo Fundido, esta el comportamiento de sus habitantes, su patriotismo, su amor por el mar y las playas, su constante preocupación por el bienestar de sus niños, que son innumerables y alegres, que permanecen en mi memoria. Estábamos impresionados con cuán ingeniosamente ellos enfrentaban todas las carencias que les han sido impuestas. Les vimos hacer ladrillos, por falta de cemento, para reconstruir las miles de casas destruídas por los tanques. Ellos nos confirmaron que hubieron 1.400 muertos -- incluyendo mujeres, niños y ancianos en el campo palestino -- durante esta "Operación Plomo Fundido" llevada a cabo por el ejército israelí, comparada con tan sólo 50 personas heridas en el lado israelí. Comparto las conclusiones del juez sudafricano. Que estos judíos puedan, ellos mismos, perpetrar crímenes de guerra es insoportable. Ay, la historia no nos da ejemplos suficientes de gente que extrae lecciones desde su propia historia.

¿Terrorismo o exasperación?

Sé que Hamas [partido de los luchadores de la libertad palestinos], que ha ganado las últimas elecciones legislativas, puede no ayudarlos que cohetes sean lanzados sobre ciudades israelíes en respuesta a la situación de aislamiento y bloqueo en que los gazanos viven. Pienso naturalmente que el terrorismo es inaceptable; pero es neceario admitir (desde la experiencia en Francia) que cuando el pueblo está ocupado por fuerzas inmensamente superiores a ellos mismos, la reacción popular no puede ser totalmente pacífica.

¿Le es útil a Hamas lanzar cohetes hacia Sdérot [pueblo israelí al otro lado de la frontera con la franja de Gaza]?

La respuesta es no. Esto no sirve a sus propósitos pero ello puede explicar esto como una muestra de la exasperación de los gazanos. Bajo la noción de exasperación, es necesario entender la violencia como la lamentable conclusión de situaciones inaceptables a las cuales han sido sometidos.

Por lo tanto, ellos pueden llamarlo, terrorismo como una forma de exasperación. Y este llamado "terrorismo" es un nombre inapropiado. Uno no debería tener que recurrir a esta exasperación, pero hay que tener esperanza. La exasperación es una negación de la esperanza. Es comprensible, diría que es casi natural, pero aún es inaceptable. Porque esto no permite a adquirir resultados que la esperanza posiblemente puede eventualmente producir.

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