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andrés monares

¿Así que nunca votarías por la derecha?

¿Así que nunca votarías por la derecha?

El apoyo a la realidad de la conversión al Neoliberalismo de la Concertación no se basa en acusaciones de una izquierda radical. Por el contrario, los libremercadistas son los primeros en reconocerla. Según Hermógenes Pérez de Arce, ex funcionario de la dictadura y hasta hoy un acérrimo defensor de la misma, se “ha visto cómo el modelo de desarrollo económico-social que ponen en práctica los sucesivos gobiernos concertacionistas se parece mucho más al que [la derecha] siempre prohijó que a los proyectos propios y originales de la izquierda (socialismo marxista-leninista) y de la DC (socialismo comunitario)”.[1] Por eso no es raro escuchar a adversarios de antaño del oficialismo como Oscar Godoy, cientista político liberal, declarando su “satisfacción” al “verlos ahora pensar como liberales”. Similar al gozo que se “le produce a un creyente cuando consigue la conversión del otro”.[2] A decir de Arnold Harberberg, conspicuo economista de la Escuela de Chicago, Chile bajo la Concertación es un ejemplo para el mundo: “que partidos políticos de izquierda finalmente hayan abrazado las lecciones de la buena ciencia económica [léase de la teoría monetarista] es una bendición para el mundo”. Es más, Harberberg no cambiaría nada de la actual política económica chilena.[3]

(...)

Las palabras de Edgardo Boeninger —conspicuo concertacionista miembro de su cúpula negociadora y directiva histórica— expuestas en su libro Democracia en Chile. Lecciones para la Gobernabilidad (1997), no dejan mucho que comentar:

“De modo indirecto el éxito económico [¡sic!] postrero del régimen militar influyó significativamente en las propuestas de la Concertación, generando de hecho una convergencia que políticamente el conglomerado opositor no estaba en condiciones de reconocer... la incorporación de concepciones económicas más liberales a las propuestas de la Concertación se vio facilitada por la naturaleza del proceso político en dicho período, de carácter notoriamente cupular, limitado a núcleos pequeños de dirigentes que actuaban con considerable libertad en un entorno de fuerte respaldo de adherentes y simpatizantes” (Boeninger, citado en Portales 2006: 105).

 

 

 

FUENTE: Oikonomia. Economía Moderna. Economías, 2008, Editorial Ayun, Santiago.


[1] El Mercurio (19.03.06).

[2] La Nación (16.04.06).

[3] “Es una bendición que la izquierda haya abrazado la ciencia económica” (www.elpais.com; 14.03.07).

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